Segunda quincena de octubre.
EL DÓLAR Y SUS PERSPECTIVAS
El precio del dólar, como el de cualquier mercancía, depende en gran medida de la oferta y la demanda. En los últimos años la oferta del billete verde se había ampliado de manera extraordinaria, tanto a nivel internacional, como en Uruguay.
En el plano mundial, Estados Unidos incrementó la emisión de dinero para apoyar empresas en dificultades y financiar guerras. La política denominada de dinero fácil, debilitó el precio del dólar frente a las principales monedas, del mundo favoreciendo paralelamente las exportaciones desde Norteamérica.
En lo local se conjugaron un conjunto de factores que hasta 2013 potenciaron la oferta de dólares promoviendo su tendencia al estancamiento o descenso. Entre otros, podemos citar ventas y arrendamiento de tierras a capitales extranjeros, inversiones foráneas en mega plantas de celulosa en zonas francas, extranjerización de empresas, inversiones inmobiliarias en el este (probablemente financiadas por evasores de tributos en Argentina), excelentes precios internacionales de productos primos exportados por Uruguay.
Sobre este escenario se agregó como factor decisivo la acción del Banco Central tendiente a debilitar el precio local del billete verde. La emisión reiterada de deuda pública, en pesos o unidades indexadas (pesos elásticos) incentivó el ingreso de moneda extranjera para prestarle al Estado uruguayo.
Las tasas de interés medidas en dólares que paga el Banco Central del Uruguay son claramente superiores a las internacionales. En consecuencia la venta de moneda extranjera para transformarse en pesos destinados a otorgar créditos al sector publico uruguayo se constituyó en otra herramienta para frenar el valor del dólar y por esa vía procurar acotar la evolución del índice de precios al consumo.
En síntesis el “gobierno progresista” reiteró en una expresión más de continuismo económico la utilización del dólar como ancla de los precios internos, en mecanismos muy parecidos a las denominadas tablitas de triste memoria.
Hacia el 2014, una vez más la transformación del contexto y las contradicciones de estas políticas amenazan la vigencia de la “tablita monetaria”i. Los factores que promovieron el fuerte aumento de la oferta de dólares y el descenso de su cotización se agotan o cambian de signo.
A nivel mundial, el dinero fácil de Estados Unidos se atenúa y el precio del dólar tiende a fortalecerse frente al euro y otras monedas centrales y regionales.
En lo interno, las ganancias de las empresas extranjeras fluyen al exterior y para hacerlo aumenta la demanda de dólares o euros. Los precios internacionales de los granos descienden, disminuyendo el valor de las exportaciones orientales. Las posibilidades de venta de territorio y empresas se agotan en un país en que la mitad del suelo ya es ajeno.
La emisión de más deuda pública en pesos, choca con su magnitud que ya es “de terror” y los pagos de intereses se tornan cada vez más gravosos atenazando el presupuesto y limitando las posibilidades de continuidad de estos mecanismos.
Las dificultades se agravan debido al menor ritmo de crecimiento del producto y sus efectos sobre la recaudación. Durante julio y agosto del 2014, los ingresos fiscales de la dirección general impositiva son menores en términos reales a los de 2013. El carnavalito electoral y los regalos al gran capital generan déficit que encienden luces de alerta amarilla. La amenaza de ajuste fiscal crece.
La tendencia del dólar en 2014, es al aumento, y ello empujará aún más los precios. El patrón de acumulación del capital vigente exige nuevos sacrificios al pueblo.
El gobierno intenta postergar los costos del ajuste para después de las elecciones, emitiendo más deuda en pesos a largo plazo. La segunda vuelta electoral en Brasil, atenúa el ascenso del dólar en el vecino del norte y quita provisoriamente presión local sobre el dólar. Sin embargo, el panorama se torna cada vez más riesgoso y los costos de las maniobras preelectorales después se pagan con intereses.
Además los grandes exportadores frente al freno o caída de precios internacionales presionan a favor de la devaluación. iiLas viejas tablitas se hundieron. La actual hace agua.
Las futuras presidencias de Tabaré, Lacalle o Bordaberry pretenderán hacer recaer los efectos de la crisis sobre el pueblo con la complicidad de sus parlamentarios y del partido independiente, grupos todos que han apoyado en bloque las líneas centrales de las estrategias económicas vigentes.
Solamente una clara expresión a favor de un programa económico popular y anti imperialista y un pueblo en lucha antes durante y después de las elecciones podrá frenar las políticas del imperio y sus aliados.
GOTITAS DE ECONOMIA
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A julio del 2014 el saldo de pago de intereses y utilidades en el balance de pagos de Uruguay en los últimos doce meses fue negativo por un monto de 1815 millones de dólares. Las ganancias de las grandes empresas extranjeras en el país y de especuladores financieros fluyen al exterior. El pago de intereses alcanzó 594 millones de dólares y las utilidades de inversiones directas 1221. Las venas siguen abiertas.
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El índice de volumen físico de la industria en agosto 2014 cayó 0,7% respecto al año anterior, pese al aumento del 55% de la producción de celulosa. El indicador adelantado de producción que elabora la Cámara de industrias cayó levemente pero por cuarto mes consecutivo augurando un futuro de estancamiento o retroceso para el sector. La encuesta de expectativas industriales que elabora el sector también se encuentra en saldo negativo y en descenso. Pero de esto la gran prensa habla poco o nada.
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Según el Instituto de Estadísticas en agosto, el índice de precios al consumo incrementó 1%. En lo que va del año el guarismo para las cifras oficiales llega a 8,4%.Los precios de productos básicos son los que más crecen.
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La deuda del Estado continúa creciendo y en el primer semestre de 2014, superó los 35000 millones de dólares. En relación al mismo período del año anterior creció en 3000 millones de dólares. Cada familia oriental además de sus deudas particulares tiene una cuota de deuda pública equivalente a 35000 dólares. ¿Vamos bien? Estás seguro.
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El calendario de pagos de deuda pública indica que durante el resto de 2014, las obligaciones ascienden a 5383 millones de dólares. Durante 2015, se agregarán 6553 millones. Sumando ambos años, se deberán pagar o refinanciar prácticamente 12000 millones de dólares. Aproximadamente 9800 de amortizaciones y 2200 de intereses. Adivina adivinador de donde saldrán.
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Auditoria de la deuda pública, reforma agraria, nacionalización de la Banca, continúan siendo materias pendientes. El rumbo del gobierno sigue siendo el inverso, más deuda pública, más zonas francas, más entrega de territorio a sociedades anónimas, más privatizaciones en forma de participación público privada, más bancarización. ¿Cómo hacen para decir que son de izquierda, sin sentir vergüenza?
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La quiebra del Banco Espíritu Santo de Portugal, sacude el tablero financiero de Europa. En un panorama de crisis, con Alemania y Francia prácticamente estancadas, el nuevo golpe puede ser letal para las finanzas de los países de la zona euro.
i Un desarrollo de nuestra visión al respecto se puede encontrar en el libro Patria Grande o Colonia. Uruguay frente a la crisis global.
ii Como elemento favorable, debemos señalar que el precio internacional del petróleo tiende a reducirse y eso alivia el valor de las importaciones de Uruguay.