Se difundió recientemente la última revisión sobre la economía uruguaya realizada por la misión “técnica” del FMI entre el 6 y 17 de marzo. En ella se considera que “la relación deuda/PBI se encuentra en níveles históricamente altos”.
En función de ese diagnóstico aconseja “esfuerzos fiscales adicionales”. En particular propone “reducción de la masa salarial a través de la reducción del empleo público” “tarifas que reflejen los costos” y “una mayor focalización de los subsidios en particular el super gas”i.
Las sugerencias del organismo, al servicio del sistema financiero, son meridianamente claras. No quedan dudas que su norte en esencia se limita a garantizar a los acreeedores el cobro de sus créditos a cualquier costo. Sin medir consecuencias sobre el mercado laboral, ni sobre la producción, ni sociales, ni de ningún tipo.
En función de ese objetivo propone un nuevo ajuste fiscal sobre las espaldas del pueblo. Las recomendaciones del organismo no se dirigen al recorte de gastos que benefician a grandes capitales. No están en su agenda la discusión de eliminación subsidios a grandes empresas, ni el cuestionamiento de renuncias fiscales a favor de grupos económicos transnacionales.
No parece necesario utilizar la “bola de cristal”, para predecir el futuro. Las pautas que guiarán las propuestas del gobierno para la próxima rendición de cuentas, que es la última en que se podrían mejorar gastos sociales antes de las elecciones, serán las indicadas por el FMI.
Las moto sierras multicolores, ya están en plena actividad llevando adelante la disposición de reponer solamente una de cada tres vacantes en el sector público. Su objetivo es la reducción de gastos sociales para asegurar fondos para el pago de créditos de deuda pública e intereses, aunque la norma vigente choque contra cualquier criterio de sentido común sobre la relación que debería existir entre cada función y el número de trabajadores necesarios para cumplirla.
Una de las consecuencias ha sido provocar enormes carencias en la calidad de servicios básicos del Estado. Y las perspectivas son de mayor reducción, agravando la situación.
La educación pública, los servicios de salud, agua potable, energía electrica, vivienda popular, inversión pública continuarán pagando platos rotos, en un entorno que ya en la actualidad es de desmantelamiento.
La pretensión del gobierno significará que sus promesas de restituir las pérdidas de salarios reales durante el período de la pandemia, dificilmente se cumplan. El FMI propone reducir la masa salarial y ello no es compatible con mejorar el ingreso de los trabajadores.
Las políticas económicas para los asalariados privados tampoco auguran mejoras efectivas de poder de compra. Las pautas salariales se elaboran sobre la base de la “inflación esperada” que seguramente será menor que los aumentos reales del IPC.
En estas alternativas que surgirían de los consejos del FMI, los salarios reales en el mejor de los casos, retornarían a los niveles del 2019 –que ya eran insuficientes- con un PBI mayor. Además, la transferencia de ingresos desde la billetera de los trabajadores al capital registrada en el período del convenio puente no será resarcida.
Para los “malla oro” y sus mentores, la variable de “ajuste” son los salarios.
GOTITAS DE ECONOMIA
- El Indice de volumen físico de la industria manufacturera en Uruguay en abril del 2023 descendió 3% respecto al mismo mes del año pasado. Las horas trabajadas cayeron 4.4%. En el promedio del año se registra un incremento de 0.8% en el IVFIM y un retroceso de 1.6 en las horas trabajadas.
- Según el INE el IPC descendió 0.01% en mayo en relación al mes de abril. En los primeros 5 meses del año acumula una suba de 4.25%. La sensación térmica es bastante mayor. La explicación oficial es la incidencia del descenso de precios de lechugas y naranjas.
- La agencia calificadora de riesgo de los acreedores Ficht mejoró la nota de Uruguay de BBB- a BBB. Premia el comportamiento del gobierno que ha realizado una reforma jubilatoria que reduce prestaciones e incrementa los años de trabajo, priorizando pagos futuros por intereses de deuda pública. De todas maneras a Uruguay lo ubica lejos de los que considera más solventes para pagar sus deudas.
- ANCAP elaboró un pliego licitatorio para privatizar la planta de portland. Los trabajadores denuncian que ya están en las gateras uno o dos posibles grandes socios internacionales.
- El PBI de Brasil creció 3.3% en el promedio de los últimos 4 trimestres hasta marzo del 2023 según datos oficales del IBGE.
- El comercio exterior de bienes de China incrementó 4.7% inter anual en los primeros 5 meses del 2023.ii
iEs decir que en los consejos del FMI, el subsidio vigente en el supergas se debe limitar a algunos sectores. En términos generales la propuesta va a significar aumentos de precio de un producto de consumo popular. Los ajustes de tarifas se harían en función de precios de mercado.
iiHebdomadario de economía China.