Las calificadoras de riesgo evalúan las probabilidades de que los acreedores tengan dificultades para cobrar sus créditos.
Analizan cada deudor y sintetizan el grado de riesgo que asocian a cada opción de compra de títulos deuda mediante una “nota” que lo califica.
Generalmente en su lenguaje Aaa significa riesgo mínimo, Aa muy bajo riesgo, A riesgo bajo, Baa riesgo moderado y establecen así diversos escalones que descienden hasta los casos considerados especulativos o de pérdida del llamado grado inversor.
En su calificación de los países juega un rol fundamental, su afinidad y valoración con las políticas económicas aplicadas. Incluyendo la inclinación a aceptar las sugerencias de los acreedores.
La sintonía con los organismos internacionales al servicio de los grandes Bancos es absoluta.
Por su parte, el gobierno uruguayo viene cumpliendo fielmente las recetas recomendadas por el Banco Mundial y FMI. A los recortes presupuestales a los servicios de salud y educación pública entre otros rubros sociales, se ha sumado la reforma jubilatoria.
Mediante la misma se extendió la vida laboral de los trabajadores y con ello sus aportes al sistema previsional, reduciendo sus ingresos futuros y además se amplió el margen de acción de las AFAPS empresas financieras que lucran con el dinero de los trabajadores.
El mensaje es muy claro. El gobierno expresa con sus políticas que esta dispuesto a pagar a los acreedores sin tocar el bolsillo de los malla oro y a cualquier costo para el pueblo.
La satisfacción de las calificadoras no se hizo esperar. Moody mejoró la calificación de los bonos de deuda uruguaya desde Baa2 a Baa1. Fitch elogio las medidas.
El FMI por su parte brindó su apoyo mediante los elogios a la política fiscal realizados por la subdirectora gerente, la liberiana Dra. Antoinette Sayeh que fuera ministra de Hacienda de aquel pais entre 2008 y 2010.
El espaldarazo dado por los organismos financieros consolida el funcionamiento especulativo de la economía uruguaya y la política de fomento del atraso cambiario mediante la emisión de deuda.
Sin embargo no todas son rosas de parte de los acreedores. Las dificultades están a la vista como lo refleja el estancamiento productivo en el muy magro incremento del PBI para las cifras oficiales del 0.4% en el año 2023. gracias a que bajaron los datos primarios del 2022.
El deficit fiscal crece en los primeros meses del 2024, la deuda publica también y la representante del FMI aconseja “no sacar el pie del pedal demasiado rápidoi
GOTITAS DE ECONOMIA
Durante el 2023 según los datos del BCU los sectores que más crecieron fueron el agropecuario pesca y minería 5%, servicios financieros 2.7% ,mientras que descendieron energía eléctrica gas y agua 9.2%, construcción 5.6%
El déficit del Sector Público Global en los últimos 12 meses a febrero del 2024 fue de 3.8% del PBI.
Las comisiones cobradas por las AFAPS en 2023, rondaron el 20% de los aportes efectivos de los trabajadores según surge de los datos del BCU.
Aproximadamente el 60% de las inversiones realizadas por las AFAPS se destinan a la compra de deuda pública. Los intereses los paga el pueblo con sus impuestos.
Según un trabajo del Cr. Viñales, investigador asociado a CINVE, los aportes patronales del sector rural a la seguridad social representan el 2% de la masa salarial. En la Caja de Industrias son de 7.5% y los trabajadores aportan 15%.
El consumo minorista en enero del 2024 en Argentina cayó 28.5% enero en comparación con enero del 2023 (José Natanson en Le Monde Diplomatique marzo 2024).
El PBI de Brasil incrementó 2.9% según datos oficiales de IBGE impulsado esencialmente por el sector primario que creció 15%.
i En el conversatorio Uruguay y la economia global en el BCU marzo 2024.