Primera quincena abril 2018.
EL DISCURSO Y EL VERBO.
En su exposición en ACDEi el Ministro de Economía Contador Danilo Astori reafirmó los lineamientos teóricos del gobierno. “Crecimiento inclusivo, con equidad, diversificación y diferenciación como base de la inserción internacional y la apuesta a la calidad”.
Discurso y realidad recorren caminos diferentes. La continuidad con los gobiernos precedentes determina resultados similares aunque cambien las palabras. La imagen virtual que difunde la conducción económica y sus tecnocratas confunde un mapa mal diseñado con el territorio. Cada uno de los elementos mencionados por el Ministro son refutados por los hechos.
El crecimiento es liderado por el comercio importador y la transmisión de datos. Industria, agro, construcción se encuentran estancados o en retroceso. Una cuota creciente del producto se realiza en zonas francas y es apropiado desde el exterior.
La ausencia de equidad se acentúa. La marginación económica y social crece a la par que la riqueza yen particular la posesión de la tierra se concentra. Incluso en los últimos años viene descendiendo la ocupación.
Definiciones y cálculos de la pobreza elaborados con definiciones y muestreos estadísticos cuestionables se contraponen con lo que un observador relativamente atento puede ver. Se extienden los denominados popularmente ”cantegriles” en los que la población vive con tremendas carencias de alimentación, vivienda, educación, servicios de salud y demás necesidades básicas, aunque integrados al mercado como consumidores de nuevos “espejitos” que nos vende el norte.
Incrementa la cantidad de gente durmiendo en las calles. Dudo que sean considerados en las encuestas del INE. El fracaso del último censo nacional que no llegó a terminarse por no lograr contacto con parte de la población para registrar los datos es un claro síntoma que no saben o no quieren saber siquiera donde están parados. Parece obvio que las encuestas periódicas oficiales basadas en muestras estadísticas elaboradas sobre el desconocimiento carecen de credibilidad.
Los indices de desarrollo humano que elabora el Programa de la Naciones Unidas para el desarrollo pautan el retroceso. Los ranking que sintetizan un conjunto de datos sobre la situación socialii en el mundo exhiben que Uruguay descendió desde el lugar 38 en la década de los noventa, al 46 en plena crisis del 2002. El declive continuó con los gobiernos “progresistas” y los datos de 2016 lo ubican en el puesto 54.
La inserción internacional se apoya de manera creciente en productos primos con escaso grado de penetración en los mercados compradores que imponen sus precios. Soja, carnes, madera y derivados vendidos practicante “a granel” constituyen más de la mitad de las exportaciones. Arroz, lácteos, cebada y demás productos agropecuarios complementan el menú. El escaso valor agregado se realiza en zonas francas como el caso de la celulosa y o se encuentra en manos de grupos extranjeros. La “diversificación” y la “apuesta la calidad” hay que buscarlas con lupa.
En su momento se promocionaba la supuesta sostenibilidad de la “estrategia” por su cuidado del medio ambiente con el logo “Uruguay natural”. El tema ha perdido publicidad quizás porque ya suena tragicómico. La impunidad para los grandes grupos económicos es demasiado notoria. El sacrificio de la fauna, la flora, el paisaje, el agua, en función de la rentabilidad privada pauta un grado de deterioro de la vida y su calidad que no se registra en ningún indicador.
En síntesis, el país se encuentra muy lejos de un modelo de país “productivo y con justicia social” y mucho más lejos del ideario artiguista de “no vender el rico patrimonio de los orientales”y “tierra para el que la trabaja”
GOTITAS DE ECONOMÍA
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La deuda pública uruguaya registra 38721 millones de dólares a finales de 2017 según los últimos datos del BCU. Durante el año creció en más de 5000 millones de dólares. Guarismo que duplica el déficit fiscal. El promedio de deuda por familia creció en 5000 dólares solo por este concepto. El crédito obtenido ¿dónde está? ¿quién lo vio? Los datos avalan que la emisión de deuda es para aumentar la oferta de divisas evitando que se incremente el precio del dólar. Lo demás es literatura y de poca calidad.
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Según cifras primarias del BCU, el PBI durante 2017 incrementó 2.7%. Sin considerar el rubro impuestos el aumento es de 2.2%. Descendió el agro, la industria, la construcción. El aumento se explica por el comercio importador y la transmisión de datos. Como dice el tango, mucho humo y poca luz.
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El índice de volumen físico de la industria disminuyó 1.1% en el primer mes de 2018. Sin considerar la refinería de la Teja, el descenso supera el 2.5%.
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El gobierno uruguayo subsidia a la empresa Mc Donald pagando parte del salario a los trabajadores jóvenes. La empresa desconoce la organización sindical gastronómica entre otras lindezas. El fondo estatal se nutre de aportes de trabajadores y empresarios. ¿Anti imperialismo? Te acordás que tiempos aquellos.
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Trabajadores forestales con quemaduras. Uso de agro tóxicos. Los crímenes del capital continúan en impunidad.
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El gobierno argentino vendió 2040 millones de dólares en marzo, para evitar la carrera ascendente del billete verde con su efecto sobre los precios. El dólar subvaluado atenaza la producción, su ascenso exhibe la inflación. El neoliberalismo muestra límites en todas sus variantes
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El gobierno chino amenaza reaccionar frente a la ofensiva proteccionista de Estados Unidos. que impuso aranceles a la importación de acero y aluminio. Las ventas de aviones Boeing y de maquinaría agrícola desde América del Norte al mercado asiático puede verse afectada por el riesgo de conflicto comercial.
iAsociación Cristiana dirigentes de empresa.
iiPromedio de ingreso por habitante, corregido por desigualdad, escolaridad, esperanza de vida, mortalidad infantil, entre otros.