Segunda q de mayo
LA PANDEMIA DEL DESEMPLEO.
La magnitud de la crisis capitalista es inocultable. Las cifras oficiales de desempleo en Estados Unidos llegan al 14.8% Las predicciones para los próximos meses, apuntan al 25%. El número de trabajadores en diferentes formas de seguro de desempleo se multiplica. Con mayor o menor amplitud indicadores similares se reiteran por el mundo.
Es dificil discernir que cuota corresponde a las contradicciones propias del capitalismo en su fase imperial y cual a los efectos vinculados al corona virus aunque son factores claramente interrelacionados. En todo caso, la fragilidad del funcionamiento económico, oculta por disfraces de todo tipo, bombos platillos y medios al servicio de grandes capitales, ha quedado en carne viva.
El sacrifico de territorios, cursos de agua, paisajes, aire a la rentabilidad privada, la concentración productiva y de población en grandes metrópolis, los patrones de producción y consumo, han generado estructuras económicas y sociales de extrema vulnerabilidad.
La producción de armamentos con capacidad de destrucción de varios planetas, drogas que destruyen seres humanos, acompañan carencias de alimentos básicos para grandes sectores de la población, hambre, sistemas de servicios de salud insuficientes, tremendas desigualdades sociales y económicas.
Los “mercados” supuestamente perfectos, que según la mitología de los poderosos asignan recursos de la mejor manera, demuestran su absoluta incapacidad para afrontar eventualidades como la actual. La hipocresía de gobiernos “liberales y neoliberales” se exhibe sin máscaras y otorgan a grandes grupos económicos asistencias billonarias, pese a lo cual la producción se desbarranca y las dificultades de sectores populares se potencian en níveles de desastre.
Las predicciones del FMI sobre la evolución del PBI son corregidas mes a mes a la baja. Su optimismo habitual respecto a los resultados de los gobiernos que aplican sus recetas ha sido tan ilusorio que deben apurarse a retocarlo continuamente para que la magnitud de sus errores no quede tan evidente.
En julio de 2019, proyectaban un crecimiento mundial de 3.5% para el año 2020i. Esperaban un incremento de 2.6% en Estados Unidos, de 1,6 % para Europa y de 2.3% en América latina.
La crisis se desató con tal fuerza que sus predicciones debieron cambiar de signo en pocos meses. Sus informes de febrero de 2020ii predijeron para el año actual un descenso de 3% a escala mundial. La espectacular diferencia se reiteró a nivel zonal. Proyectan una caída de 5.9 % en Estados Unidos, de 7.5% en la Comunidad europea, de 5.2% en América latina. Y ya están hablando de la posibilidad de reducciones mayores.
Los fracasos de sus anticipos no los ruboriza, aunque sean cada vez más notables. Nuevamente su optimismo es inmenso respecto a los países afines a sus políticas, aunque “compensado” con un pesimismo feroz, para quienes buscan caminos propios.
Para 2021 proyectan una recuperación del producto mundial de 6% y para América latina del 3.5%. Paradojalmente pretenden fundamentarla en la futura recomposición o posible incremento de la demanda china.
Más allá de de promesas, las perspectivas de la “nueva normalidad” dentro de los parámetros que pretenden imponer los Bill Gates, Soros, Rockefeller and company, mediante mayor concentración de capitales y pérdida de derechos laborales y sociales son nefastas para la inmensa mayoría de las poblaciones.
Me viene a la mente la frase de Artigas. “La causa de los pueblos no admite la mayor demora”.
GOTITAS DE ECONOMÍA.
• Según datos de Uruguay XXI, las solicitudes de exportación en los primeros cuatro meses del año 2020 cayeron aproximadamente 15 % en relación al 2019.
• En el primer trimestre de 2020 el índice de volumen físico de la industria incrementó un 0.9% en relación al año precedente. Sin considerar la refinería de ANCAP se registró un pequeño descenso de 0.3% con una reducción de 7.7% en las horas trabajadas. La productividad de los trabajadores y la tasa de plusvalía crecen.
• El IPC en Uruguay para las cifras oficiales ha incrementado 6.17% en los primeros 4 meses.
La mayor parte de los acuerdos salariales rondan el 7% para todo el año. El descenso del salario real es notorio.
• Algunos convenios salariales previeron las denominadas cláusulas “gatillo” para acompasar salarios si se “disparan” demasiado los precios. Eventualmente 12%. En caso de aumento de IPC mayor que la pauta y menor a esa cifra habría una disminución de salario real, que según cifras oficiales podría llegar a 5%. En caso de incrementos de IPC mayores a 12%, la pérdida entre los momentos de ajustes difícilmente se recupere.
• La Ministra Azucena Arbeletche realizó un acuerdo “de palabra” con el empresariado para congelar precios de productos básicos durante 3 meses. Librado “por supuesto” a la buena voluntad del capital. Permítaseme el beneficio de la duda.
• La empresa de transporte aereó Avianca, segunda en importancia en América latina ha solicitado quiebra.
La frase seleccionada. “bajo el bizarro lema de exportar, exportar, lo que estamos haciendo es vender a precio ruinoso lo básico para el pueblo y obtener con ello las divisas para importar lo superfluo para la mayoría, lo que solo es prioritario para las clases altas” Raúl Sendic Antonaccio. Artículo para la revista medio y medio 1986. Me parece que sigue vigente.