Segunda quincena diciembre 2018.
MAS DE LO MISMO.
El gobierno uruguayo continúa apostando al ingreso indiscriminado de inversión extranjera. La oferta incluye impunidad financiera, zonas francas, entrega de recursos naturales.
El retraso del tipo de cambio como incentivo al comercio importador complementado con abundancia de crédito, constituye otro de los soportes de la estrategia.
Eucaliptus y celulosa en zonas francas, comunicaciones, importaciones, turismo lideraron el crecimiento del PBI hasta 2014. La fase de crecimiento llevó en su seno el germen del agotamiento que en los últimos cuatro años se torna cada vez más notorio. Los motores pierden fuerza y eficacia y se acentúa la tendencia al estancamiento.
Hasta las complacientes cuentas nacionales que publica el BCU comienzan a reconocer el deterioro. Las cifras primarias del PBI del segundo trimestre de 2018, registran incremento del 0.1% respecto al primero, el tercer trimestre marca un cero rotundo frente al segundo. Y la experiencia muestra que generalmente las cifras iniciales posteriormente se corrigen a la baja.
Los escasos sectores en crecimiento respecto a 2017 incluyen el rubro comunicaciones mediante transmisión de datos, la industria que se compara con el año pasado lastrado por el cierre de la planta de ANCAP. Aún así, el saldo oficial del tercer trimestre con relación al mismo período del año precedente es de un muy modesto 2.1%.
Las dificultades económicas que genera el sostenimiento artificial de la cotización del dólar y la consecuente carestía en términos del billete verde respecto a nuestros vecinos y el mundo en general se refleja en el comercio exterior. En particular las exportaciones descendieron un 10% y las importaciones crecieron 3.3%. La caída del turismo receptivo y el aumento de viajes al exterior, son también síntomas del retraso del tipo de cambio.
La contención del dólar se sostiene merced al fuerte aumento de la deuda pública, que agobia las cuentas del Estado. Deudas, salarios insuficientes y desempleo limitan el consumo y el comercio. Un proceso que destruye producción y aumenta consumo de sectores de ingresos altos y medios en base al endeudamiento exige ajustes periódicos en perjuicio del pueblo y a la larga se torna insostenible.
Los sectores productivos más rentables para los grandes capitales del exterior han sido absorbidos. La búsqueda de nuevos rubros de exportación primaria como petróleo, o la explotación del hierro en la zona de Valentines, no han fructificado.
La inversión extranjera directa desciende y la extracción de recursos naturales se agota. Una de las últimas perlas es el cese de actividades de la empresa canadiense Orosur que desde el año 2003, explotaba las minas a cielo abierto y una planta de tratamiento, del oro en Minas de Corrales.
En junio de 2018, se presentó a concurso de acreedores. En agosto informó a sus accionistas la detención de la explotación de oro a cielo abierto. Aproximadamente 250 trabajadores pasaron a seguro de paro. La actividad quedó limitada a tareas de mantenimiento. En diciembre, la prensa informa la venta de sus camiones de transporte de metal en lo que parece ser uno de los últimos actos de su presencia en la zona.
El saldo para Uruguay, yacimientos agotados, paisajes arrasados, piletas de cianuro, deudas impagas. Toneladas de oro extraído de las entrañas del territorio no sirvió al desarrollo del país, sino que pasó a engrosar cuentas bancarias de empresarios canadienses y accionistas en el exterior.
Un ejemplo más de las consecuencias del patrón de acumulación del capital vigente. Sin embargo el gobierno insiste. Su esperanza es la posible tercera planta de celulosa. El contrato es ominoso. Uruguay se compromete a poner ferrocarril, puerto, cursos de agua, zonas francas a disposición de la empresa que no se compromete a nada.
En caso de fructificar la inversión se consolidarán aún más enormes latifundios en manos de capitales escandinavos, monocultivos de eucaliptus, desplazando productos y cadenas derivadas que aportan más tributos, generan más empleo y desarrollo industrial.
GOTITAS DE ECONOMÍA
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La evolución del IPC para los datos del INE registra un incremento del 8.38% en los primeros once meses de 2018. El descenso del poder de compra de los trabajadores en 2018 se hace visible hasta para las cifras oficiales.
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Según registra el INE la tasa de empleo, que mide la demanda de fuerza de trabajo, en octubre de 2018 fue de 57.4%. En el mismo mes de 2017 fue de 58.2% y en 2016 de 59.1%. las fuentes de trabajo continúan su fuerte proceso de reducción. Aproximadamente 50.000 empleos menos que dos años atrás.
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La auditoría de los técnicos del FMI se muestra amigable con la conducción económica del Uruguay. En realidad se evalúa a si mismo ya que el gobierno aplica sus políticas. De todas maneras rebaja las estimaciones de crecimiento para 2018 de 2.5% a 2.1% y discrepa con las predicciones oficiales respecto a los niveles esperados de reducción del déficit fiscal y evolución del IPC. Sus propuestas, las de siempre, rebaja del gasto público y menor seguridad social.
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El periódico el telégrafo de Paysandú informa que 50 tambos que remitían su producción a Pili, ahora la envían a Lactalis. Los tambos que eran directamente propiedad de Pili como El encuentro y la Armonía serán rematados. Las escasas posibilidades de re apertura de la planta sanducera se reducen.
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El 13 de diciembre de 2018, la Comunidad europea cesó parcialmente el programa de dinero fácil conocido por sus siglas en inglés de QE. Limitará las inyecciones de dinero a los sistemas financieros que se venía instrumentando desde 2015. El monto estimado fue de 2.6 billones de dólares invertidos en su mayor parte en la compra de activos y deudas públicas. De todas maneras continuará con tasas de interés del 0% y re invirtiendo los activos al vencimiento.