Los datos económicos del 2023, no son buenos. Ni siquiera para las cifras oficiales.
Estancamiento del PBI, elevado desempleo y sub empleo, salarios reales deprimidos, aumento de la deuda pública, descenso de la recaudación fiscal, incremento del déficit del sector público.
Si bien, según los datos del INE, los aumentos del IPC en moneda local se encuentran relativamente controlados, continúa creciendo la inflación en dólares, que permite a productos importados competir con ventaja frente a los internos a la par que dificulta exportaciones y turismo receptivo.
Durante el año, el sector público acentuó medidas económicas en beneficio del capital y contrarias a los intereses de trabajadores y sectores populares en general.
Las exoneraciones del pago de tributos a favor de grandes capitales se ampliaron por las vías más diversas. Más zonas francas, más declaraciones de interés nacional.
La reforma jubilatoria votada por el gobierno multicolor, además de elevar la edad de retiro, incrementa la transferencia de recursos desde el Estado, como consecuencia de la extensión de la obligación de los trabajadores a aportar a las AFAP y la pérdida de ingresos que esto significa para el BPS,
Los costos de estas estrategias se suman a un panorama en el que dentro de los gastos públicos, ya pesan enormemente las obligaciones financieras y prebendas que benefician a los “malla oro”. Devoluciones de impuestos a exportadores e intereses de deuda suman casi el 20% de los egresos, superando los costos salariales que rondan el 15% de los gastos del gobierno central.
Por su parte, las inversiones publicas en infraestructura y logística, especialmente las vinculadas a transporte ferroviario y carretero, se orientaron esencialmente a favorecer a UPM y grandes inversores en general.
Como contrapartida se reducen los gastos sociales. Particularmente servicios de salud y educación públicas que sufren las consecuencias de los ajustes fiscales.
Los entes del Estado desmejoraron la calidad de sus servicios. El ejemplo paradigmático del deterioro y carencias del agua potable brindada por OSE, durante la sequía marcó la agenda anual, en una situación que puede repetirse en el futuro.
Las perspectivas para el 2024, pueden presentar alguna mejoría marginal, como consecuencia del año electoral.
De todas maneras los problemas estructurales continúan presentes y es extremadamente complejo evaluar los impactos del nuevo panorama regional.
Cuales serán las consecuencias sobre Uruguay de la fuerte devaluación del peso argentino respecto al dólar oficial? Cuales serán los efectos sobre el mercado inmobiliario, sobre las exportaciones?
Cual será la futura conducta financiera de los argentinos, que fijaron residencia en Uruguay? Que efectos tendrán sobre la oferta local de dólares? En un set de interrogantes que pueden multiplicarse.
GOTITAS DE ECONOMIA
- Los costos de la obligación de todos los trabajadores de aportar a las AFAP, votada por el gobierno multicolor en la reforma jubilatoria serán cubiertos por rentas generales con traspasos de fondos durante 30 años con opción a 10 más. ¿A quién sirven las AFAP?
- Según datos del BCU, el PBI de Uruguay del tercer trimestre descendió 0.2% en relación al msmo período del 2022. El saldo de los 9 primeros meses del año, respecto al precedente, marca un descenso cercano al 0.5%. (crecimiento de 1.2% en el primer trimestre, descenso de 2.5% en el segundo y caída de 0.2% en el tercero)
- Según datos de la Cámara de industrias del Uruguay, la capacidad ociosa es algo más de un tercio de la instalada. La razón insuficiencia de demanda efectiva.
- El FMI, expresó su beneplácito con las motosierras de Caputo en Argentina. ¿Casuales, casualidades ?.
- El volumen exportado desde China a Rusia incrementó 50% en los 11 primeros meses del presente año y las ventas de Rusia a China, lo hicieron un 11%.i
i Datos de la dirección general de Aduanas de China.