Primera quincena mayo 2018.
SALARIOS Y EMPLEO. MITOS DEL LIBERALISMO ECONÓMICO.
Empresas y gobierno procuran contraponer salarios y empleo. Su receta propone combatir la creciente desocupación, congelando o reduciendo el poder de compra de los salarios. La concepción derivada de la ideología económica liberal, subsiste pese a que historia, realidad y análisis económico demuestran lo contrario.
La falacia consiste en suponer que la limitación de los salarios, al incrementar la rentabilidad empresarial genera automáticamente mayor demanda laboral. La superficialidad del análisis se evidencia considerando que los salarios forman parte de la demanda e inciden sobre el consumo en un capitalismo cada vez más concentrado en el que las crisis frecuentemente se manifiestan mediante disminución de ventas.
En la medida que la reproducción de los ciclos del capital exigen la transformación de las mercancías en dinero, el ingreso de los trabajadores incide sobre la demanda y por ende sobre la producción y el empleo.
El esquema liberal supone además que en el ámbito público el descenso de gastos del Estado y en especial de los salarios reduce los déficit del Estado, “olvidando” que la interacción entre los diferentes componentes de la actividad económica determina que el gasto del Estado afecte todo el cuerpo económico social incluyendo estructura de los mercados, recaudación del estado y “ainda mais”i.
El siguiente texto de Luis Faroppa durante la crisis de los ochenta en Uruguay sintetiza aspectos de la relación existente entre salarios, gasto público, demanda y producto. “No me atrevería a sostener que cualquier baja del gasto público, como se pide, disminuya el déficit; puede ocurrir que se reduzca el gasto publico y ocasione baja de la actividad, el empleo, la producción y, por lo tanto, las recaudaciones, como en realidad está ocurriendo«ii.
Kruggman por su parte expone una idea similar recogiendo experiencia europea, “En toda la periferia de Europa desde la España de Rajoy a Letonia, las políticas de austeridad han producido recesiones del nivel de la gran depresión (de comienzos de la década del treinta)”iii
La experiencia histórica es recogida por lúcidos defensores del capitalismo como Keynes, Stiglitz, entre otros, analistas económicos que contradicen los razonamientos lineales que contraponen empleo y salarios. En síntesis la disminución o estancamiento de los salarios reales, reduce costos de las empresas y gastos del Estado, pero también contrae consumo y en consecuencia puede ahondar las crisis e incrementar el desempleo. Los efectos de la evolución salarial dependen de cada situación concreta.
En la actualidad del Uruguay una de las últimas encuestas de la Cámara de industrias relativa a los motivos para producir por debajo de la capacidad de las plantas fabriles revela que los empresarios ubican en los primeros lugares a la insuficiencia de demanda, suficiente inventario de mercancías. Lejos muy lejos en el ranking los temas laborales y más lejos los salarios.
Apostar a la congelación o reducción de salarios reales como medicina para solucionar el tema del desempleo y de los déficit fiscales puede significar simplemente reiterar viejos errores vinculados a las políticas propuestas desde los centros imperiales.
“Las políticas de ajuste estructural de FMI produjeron hambre y disturbios en muchos lugares, e incluso cuando los resultados no fueron tan deplorables y consiguieron a duras penas algo de crecimiento durante un tiempo, muchas veces los beneficios se repartieron desproporcionadamente a favor de los más pudientes, mientras que los más pobres en ocasiones se hundían aún más en la miseria”iv
La continuidad de las políticas económicas vigentes, con más ajustes trae a mi mente una frase que se le atribuye a Napoleón. Quizás sea más que un crimen, una estupidez.
GOTITAS DE ECONOMÍA
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La consultora Advice estima que en le primer trimestre de 2018 se produjo un descenso de la demanda laboral de un 23% respecto al año precedente. El efecto semana de Turismo distorsiona las cifras. Considerando este factor la caída es del 10%.
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El frígorífico PUL de la brasilera Minerva licenció a 500 trabajadores y envió 100 al seguro de paro. El mismo grupo económico posee el Canelones y el Carrasco. Pocos días después se sumó el Colonia del grupo Marfrig con una cifra similar.
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Surgen alertas en el agro uruguayo sobre los riesgos de ruptura de las cadenas de pagos frente a la magnitud de las deudas de muchos productores.
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Argentina vendió reservas por encima de los 4000 millones de dólares la última semana de abril. En los dos últimos meses superó los 6700 millones pretendiendo evitar mayores incrementos de la divisa en su opción de utilizarla como ancla para contener la inflación. En dos meses más del 10% de las reservas oficiales que contabiliza el Banco de la Nación. El 25 de abril sumó ventas por 1471, récord en un solo dia.
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El Banco de la Nación Argentina también eleva las tasas de interés en moneda local desde un entorno del 27% al 30% con la misma finalidad.
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El Banco Central europeo mantiene en cero las tasas de interés.
i El supuesto habitual de muchos análisis económicos de inmovilidad del contexto puede ser un paso en el proceso de conocimiento pero un absurdo como concepto absoluto.
ii El economista Luis Faroppa, Opciones de la Economía Uruguaya, Colegio de Contadores, FCU, pág. 74, 1983.
iii El economista estadounidense Paul Krugman.premio Nóbel de 2008 en su libro El fracaso de la austeridad. 7-5-2012
iv El economista ex presidente del Banco Mundial J. Stiglitz El malestar en la globalización p23 2ª Edición Cayfosa-Quebecot.S.A. España 2003.