Aceite, arroz, huevos, carnes, harinas y diversos artículos esenciales en la dieta de los uruguayos disparan sus precios al alza.
La lógica de la estrategia ecónomica vigente es implacable. La prioridad son los grandes exportadores. Los residuos se destinan al mercado interno. En consecuencia los precios internacionales arbitran los precios locales de forma casi automática.
Subsistencias, Frigorífico Nacional, SOYP, entre otros entes vinculados a la produccion o comercialización de alimentos básicos en la mesa de los orientales fueron pasando a la historia y con ello su rol como entes testigos.
La destrucción de organismos que bien o mal, protegían a los consumidores ha quitado posibilidades de amortiguar el poder local de grandes grupos económicos que generalmente y con impunidad imponen sus condiciones.
Además, la literatura oficial ha quitado prácticamente la palabra “subsidio” de sus diccionarios especialmente cuando se trata de bienes de consumo de los trabajadores. Las posibles excepciones en todo caso son para beneficiar a grandes capitales.
Regular precios, otorgar prioridad al mercado interno, desestimulando exportaciones de bienes de primera necesidad, también se descarta en la ortodoxia neoliberal vigente. Intervenir en los mercados o limitar la rentabilidad de los “malla oro”i son practicas ajenas a la ideología, o voluntad política del gobierno.
Aún en el caso de que se intentaran medidas para evitar aumentos de precios, las herramientas a utilizar en el corto plazo están acotadas.
Renuncias fiscales chocan contra la prioridad otorgada a los pagos por intereses de deuda pública. Si bien la eliminación o reducción del IVA a productos de consumo generalizado es una medida positiva, los anuncios del gobierno de aplicar la medida durante un mes, para algunos productos parece un fuego artificial de vuelo corto y muy limitado en sus efectos.
Acuerdos de precios reales o supuestos, se transforman en medidas para la “tribuna” con escaso efecto práctico. Eventualmente la disminución de precios va asociada a productos de menor calidad.
La inflación actual es funcional al objetivo del gobierno de reducir poder de compra de los trabajadores privados y públicos. Los salarios son uno de los pocos precios con tope establecido mediante las pautas oficiales.
La estrategia de los grupos de poder y del gobierno que los representa, confirma que su objetivo consiste en elevar al rentabilidad del capital trasladando ingresos desde los trabajadores.
Los datos son de meridiana claridad. El descenso de la capacidad de compra de los trabajadores se reiteró en 2020, 2021, y la evolución de precios en 2022, no deja lugar a dudas. Hay que agregar además que los aumentos en la productividad del trabajo han sido un factor más de apropiación de plusvalía por parte de los grandes grupos económicos.
Las perspectivas futuras de los precios de la canasta de consumo obrero son de pánico. El relato del gobierno, culpa a la guerra en Ucrania de los aumentos, aunque la tendencia ha sido previa. Las consecuencias del conflicto bélico y represalias entre potencias, eventualmente se harán sentir los próximos meses.
El gobierno además utilizó ingresos puntuales de Ancap, para esquivar su propia filosofía de subordinar los precios del ente a los vigentes en el mercado internacional, postergando así aumentos del precio de gas oil, supergás, nafta, que se concretaron dos dias después del cierre de las urnas agregando combustible al fuego inflacionario.
GOTITAS DE ECONOMÍA.
- Los datos del BCU indican que después del descenso del PBI de 6.1%ii durante 2020, la actividad económica creció 4.4% en 2021. El saldo negativo es claro, por más artificios que intenten los divulgadores oficiales.
- Comparando con 2016 en valores constantes –primer dato de la serie registrado por el BCU con la nueva base y metodología- el producto bruto de 2021 calculado eliminando el rubro impuestos y subsidios, está levemente por debajo.iii
- En el análisis por sectores durante el período, descienden la actividad primaria, industria, construcción, comercio. Crecen información, comunicaciones, servicios financieros e impuestos. Todo un síntoma de plaza financiera.
- Brasil continúa elevando las tasas de interés locales desde 10.75% a 11.75%. Procurando atraer capitales para fortalecer el real. El precio del dólar ha descendido fuertemente.
- El gobierno ruso ha decidido exigir rublos para el pago de suministros de gas a los países que considera hóstiles. La mayor parte de los de Europa occidental, Estados Unidos, Australia, Corea del sur, Canadá.
- Alemania prevee comprar 35 aviones de combate a la empresa estadounidense Lockhead Martin. Los negocios vinculados a las guerras en plena vigencia.
iEl argumento oficial de que de ese modo no se incentiva la actividad es irreal. Territorio, clima y relaciones de producción vigentes acotan el stock ganadero. El número de unidades por hectáreas lleva decenas de años de tendencia al estancamiento. La producción cerealera depende esencialmente del clima y de usos de la tierra que se sustituyen unos a otros.
iiLos datos primarios eran de una caida de 5.9%. La revisión actual ensanchó el descenso a 6.1%.
iiiEl denominado valor agregado global (metodo alternativo habitual de calcular el PBI) era de 1536818 millones de pesos de 2016 en el año base y es de 1535583 en 2021, según los registros del BCU. Al sumar el rubro impuestos hay un pequeño incremento y el PBI pasa de 1726406 en 2016 a 1733304 en 2021.