LOS NÚMEROS Y LA REALIDAD ECONOMICA
Algunas cifras oficiales parecen acompañar el optimismo. Los elevados precios en dólares de las exportaciones de carne y cereales inflan números e ilusiones. La fortaleza del real frente al dólar eleva los guarismos de las ventas al exterior y engorda los bolsillos de grandes grupos económicos transnacionales que concentran cada vez más tierras y capitales.
El producto bruto interno del 2010 según el Banco Central creció en guarismos importantes que rondan el 8.5%. Un análisis más detallado La «sensación térmica» sin embargo no acompaña con la misma intensidad el optimismo oficial.
se aleja cada vez más de las cifras optimistas que repiten insistentemente viejos Chicago boys, y nuevos discípulos del Banco Mundial, FMI y Consenso de Washington a veces más fundamentalistas que los antiguos feligreses para demostrar la sinceridad de su conversión.
Los datos del INAC dicen que la faena de bovinos en la industria frigorífica desciende un 6% en lo que va del año, cae también la faena ovina, curtiembres y textiles envían trabajadores a seguro de paro, y el índice de volumen físico de la industria está estancado con excepción de UPM que elevó su producción de celulosa en la zona franca de Fray Bentos.
El índice de volumen bruto de producción de viviendas nuevas en Montevideo durante el primer semestre del 2010 según el INE se redujo un 20% y lo que es peor, el único rubro que creció fueron las torres suntuario, ante un descenso mayor de las otras tipologías.
La explicación del crecimiento según el Banco Central, se apoya en la producción de eucaliptus y soja, el comercio importador de autos cero kilómetro, el rubro telecomunicaciones empujado por las llamadas en celulares, la actividad financiera y una forma muy curiosa de registrar la generación de energía que según el BCU aumentó un 300% (si, el triple) en un año.
El escenario, diario muestra que se ensanchan los cantegriles, que crece la “cola” de carritos recolectores de residuos frente a los contenedores, que cada vez hay más ambulantes que hacen maravillas para rebuscarse vendiendo, actuando o simplemente pidiendo en los ómnibus, trabajadores en seguros de paro, o peleando por algunos pesitos más de salario para parar la olla y o pagar deudas crecientes.
El mismo Instituto Nacional de Estadísticas, registra en el año una recuperación del promedio de salarios de apenas el 2 y poco por ciento, en un marco en que el poder de compra de los trabajadores penosamente retorna a los menguados guarismos del 2000 pese a que están incluidos salarios de Ministros, personal de confianza y legisladores cuyos aumentos superan largamente el promedio.
En este contexto la situación puede verse sacudida por el día después de las elecciones en Brasil y la impredecible evolución finalizado el carnaval electoral.
En las jornadas del Banco Central, Enrique Iglesias uno de los “padrinos” de la criatura ideológica de los beneficios de a subordinación al gran capital, aconsejo a los eufóricos tecnócratas locales moderación en su optimismo.
Posiblemente su experiencia le permitió vislumbrar que la economía uruguaya se parece a algunas vedettes de la revista porteña. De lejos aparecen atractivas, pero en la medida que nos acercamos se comienzan a ver defectos que no pueden ocultar ni el maquillaje ni las cirugías plásticas.
Las nubes de tormenta están allí, pese a los propagandistas del país de las maravillas. . Muchos ya las sufren, otros comienzan a verlas.
Las registre o no la contabilidad oficial.
Noviembre 2010
Especulación y burbujas
CREDITOS, DOLARES, PESOS Y DEUDAS.
Los precios, ingresos, y exportaciones de Uruguay dependen del mercado brasilero en forma creciente. La evolución del real se transforma en una variable clave para la evolución futura de la economía uruguaya.
Como en los comienzos de los ochenta, y finales de los noventa las importaciones de bienes de consumo baten récord. Las góndolas de los shopping y supermercados exhiben mercaderías sofisticadas de los más variados orígenes.
El crédito que ya ha llegado a un tope tremendamente peligrosos en los sectores populares se continúa expandiendo por todos los grupos sociales. Deudas crecientes tanto privadas como públicas, acercan el recuerdo de la viejas “tablitas”.
El ingreso de moneda extranjera vinculado tanto a la compra de tierras, empresas, además de los tradicionales capitales especulativos (aprovechando las elevadas tasas de interés medidas en dólares de la deuda pública cotizada en pesos), aumentó la oferta de divisas, generando inflación en dólares.
Los indicadores reiteran síntomas de las viejas tablitas tanto en lo relativo a la evolución de las importaciones, como a la pérdida de competitividad con las monedas extra regionales, la evolución del crédito y de las deudas.
Las experiencias acumuladas no han sido obstáculo para el optimismo oficialista incentivado por la expansión del comercio y los servicios conexos que por su parte reiteran una evolución similar a los momentos previos a las crisis pasadas. .
La burbuja especulativa que infla precios de productos primarios beneficio hasta ahora a las exportaciones orientales y particularmente a grupos de grandes inversores en eucaliptus, soja, frigoríficos, e intermediarios de todo tipo (frecuentemente ligados a capitales del exterior) que en ese contexto aceptan el “atraso cambiario” que pese a incrementarles algunos costos en dólares les permite diversificar negocios.
La inflación en dólares en Brasil y el crecimiento de Argentina continúan propiciando un entorno favorable para esta verdadera “tablita monetaria” ( un análisis más intenso del tema lo realizamos en el capítulo 9 del libro Patria Grande o Colonia. Montevideo Ed. Letraeñe 2009).sustentando el crecimiento del producto.
La extranjerización de recursos y el ingreso de capitales en lo inmediato amplía la actividad económica, pero la experiencia enseña que a la larga implicará mayor transferencia de riqueza al exterior.
De todos modos un nuevo escenario en Brasil cuyas importaciones desde Uruguay, transacciones fronterizas y turismo sustentan el auge de los precios de exportación orientales podría sacudir la economía local.
La impunidad para la circulación de capitales y todo tipo de movimientos financieros acentúa la fragilidad de las economías dependientes. La devaluación del real en este marco neoliberal, arrastraría al peso uruguayo, los precios, la inflación y nuevamente los trabajadores uruguayos terminarían pagando la cuenta del festín
El fantasma del recuerdo de comienzos de los ochenta reiterado en los primeros años del nuevo milenio, comienza a ser percibido más allá de las candilejas y luces del auge importador.. Las luces de alarma al respecto comienzan a inquietar a voceros oficialistas.
El rumbo marcado por los grandes importadores, el sistema financiero y los capitales foráneos, no es bueno para el pueblo oriental, pero una vez más puede demostrar que ni siquiera garantiza un crecimiento sostenido..
La economía uruguaya ya reiteró, en el pasado la historia del festín a bordo del Titanic La quimera de que la impunidad del gran capital multiplica panes y peces, y permite combatir la pobreza sin afectar a los poderosos se puede desvanecer una vez más..
El sueño del capitalismo maquillado, mediante la “caridad” demuestra continuamente su inviabilidad en América latina y los pueblos terminan